La nueva actualización de la Ley del Medicamento y la base de datos Presvet.

La reciente actualización de la Ley del Medicamento ha traído consigo cambios significativos
en la práctica veterinaria, marcados por la implementación obligatoria de la base de datos
Presvet. Si bien estas medidas buscan optimizar la gestión de medicamentos y promover un
uso responsable, también han generado preocupaciones entre los profesionales del sector
debido a los retos administrativos y operativos que representan. 

Presvet: Avances y limitaciones
La plataforma digital Presvet se ha presentado como una herramienta clave para registrar y supervisar las prescripciones veterinarias. Entre sus ventajas más destacadas están la trazabilidad y el control del uso de medicamentos, especialmente los antimicrobianos, en un contexto donde la resistencia bacteriana es una amenaza creciente. Además, la transparencia que ofrece puede fortalecer la confianza pública en el sector veterinario.
Sin embargo, su implementación ha revelado importantes limitaciones. La obligatoriedad de registrar cada prescripción en tiempo real representa una carga administrativa considerable para los veterinarios, quienes ya enfrentan jornadas laborales intensas. Además, la plataforma ha sido criticada por problemas técnicos y una curva de aprendizaje pronunciada, lo que dificulta su adopción generalizada, especialmente en clínicas rurales con acceso limitado a recursos tecnológicos.

Impacto de la Ley del Medicamento: ¿Regulación o burocracia excesiva?
La actualización de la Ley del Medicamento busca garantizar un uso prudente de los fármacos, algo indiscutiblemente necesario. Sin embargo, muchos profesionales consideran que las nuevas normativas priorizan el control administrativo sobre la práctica clínica. Por ejemplo, la obligatoriedad de registro en Presvet puede desviar tiempo y atención de los veterinarios hacia tareas burocráticas, reduciendo el tiempo dedicado a la atención directa de los animales.
Otro punto crítico es el costo asociado a la implementación de estas medidas. Aunque el uso de Presvet es obligatorio, no se han proporcionado suficientes recursos o capacitaciones para apoyar a los profesionales en esta transición. Esto deja a muchos veterinarios, especialmente a los autónomos y a los que trabajan en pequeñas clínicas, en una situación de desventaja.

¿Hacia dónde vamos?
Si bien la intención de la actualización es loable, es crucial abordar las preocupaciones de los profesionales veterinarios para garantizar una implementación efectiva y equitativa. Proveer capacitaciones accesibles, simplificar el uso de la plataforma y considerar la realidad de las clínicas rurales podría reducir las barreras actuales.
En conclusión, aunque la Ley del Medicamento y la base de datos Presvet representan un avance importante en la gestión responsable de los medicamentos, su implementación presenta retos significativos. Es esencial encontrar un equilibrio entre la regulación necesaria y la sostenibilidad de la práctica veterinaria para asegurar que estas medidas beneficien tanto a los animales como a los profesionales del sector.